Prepara un kit práctico de limpieza en caso de viajar. Este debería incluir un bote dentífrico, hilo dental y, por supuesto, un cepillo cómodo.

Para proteger la piel y tejidos de las encías del calor, bebe agua de forma regular. Además, ten cuidado con bebidas cítricas, carbonatadas y alimentos ricos en azúcares. Estos elevan el nivel de ácidos que dañan el esmalte.

Nos beneficia consumir verduras y frutas frescas para atacar la placa bacteriana, nos aportan nutrientes y vitaminas necesarias. Por otro lado, estimula las glándulas salivales.

El tabaco y alcohol favorecen la aparición de halitosis, manchan los dientes y traen otros problemas. Lo mejor es moderar el consumo de estos productos durante el año.

Mantener siempre los hábitos de higiene bucodental, cepillándose tres veces al día (mínimo 2), con una duración de dos minutos en cada limpieza.