El blanqueamiento profesional es el más eficaz y el más rápido de llevar a cabo: se requiere una sesión única de 45-60 minutos de duración o dos sesiones de 30 minutos y se logra una reducción de entre 2 y 4 tonos.

Las mayores garantías de éxitos las aporta el tratamiento blanqueador realizado por el odontólogo que se puede hacer en una sesión única de aproximadamente una hora y con el que se obtiene un aclaramiento que varía entre los 2 y 4 los tonos, dependiendo de las características de cada persona.

El odontólogo puede recomendar complementar el tratamiento blanqueador realizado por él con otro domiciliario en el que se utilizará un kit blanqueador de los que se pueden adquirir en farmacias y otros comercios. Su efectividad es significativamente menor que el realizado por un profesional y se necesitan varias semanas con una aplicación diaria para lograr la reducción de unos pocos tonos.

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