El control de la placa es una de las claves para la prevención de las complicaciones periodontales y para el éxito del tratamiento ortodóncico.

La colocación de aparatos de ortodoncia, tanto fijos como removibles, conlleva modificaciones desfavorables en la composición de la placa bacteriana, lo que aumenta considerablemente los riesgos periodontales y de caries.

Para evitar los posibles problemas que puedan aparecer es decisivo motivar y concienciar a los pacientes de la importancia de una buena higiene bucal, pues sin ello la placa se acumula alrededor de los aparatos y podría causar gingivitis y descalcificación del esmalte.

En este sentido, el ortodoncista tienen una doble obligación: informar al paciente sobre los métodos para el control de la placa y controlar la eficiencia de la higiene en las visitas de rutina

La recomendación más importante es la de extremar las medidas para la realización de la higiene:

  • Lavarse los dientes tres veces al día y siempre inmediatamente después de haber comido algo o tomado algún tipo de refresco azucarado, vino, café, etc. La nocturna es la más importante, ya que en general es a la que se puede dedicar más tiempo, un factor fundamental para lograr una óptima limpieza.
  • Para ello se deberán retirar previamente los elásticos y aquéllos otros accesorios del aparato que sean removibles.
  • Limpiar cada diente por separado, dedicando el tiempo necesario para ello y cepillando con suavidad ambas caras (interior y exterior), de arriba abajo y hacia los espacios interdentales.
  • Es importante utilizar los cepillos interproximales para limpiar los bordes de los brackets y eliminar así cualquier resto de comida que haya podido quedar.
  • Los enjuagues bucales con un colutorio especial para ortodoncia (el ortodoncista recomendará el más adecuado) ayudarán a completar la eliminación de la placa bacteriana.

Todas estas recomendaciones son esenciales para evitar las consecuencias de la acumulación de placa bacteriana en torno a los brackets, pues de lo contrario aumentará el riesgo de que se produzca alguna caries e incluso una enfermedad periodontal, lo que no sólo puede afectar negativamente al tratamiento de ortodoncia, sino que puede llegar a obligar a interrumpirlo.