Puede que recientemente hayas perdido un diente, o que incluso lleves varios años sin tu pieza dental. Sabes que lo más recomendable es reponer dicho diente faltante pero, sin embargo, pospones tu tratamiento en el tiempo.
Aunque te parezca que nunca es buen momento para comenzar con el tratamiento que devuelva a tu sonrisa la pieza dental perdida, lo cierto es que aplazar la decisión juega en contra de tu salud bucodental.
Esto se debe fundamentalmente a que cuanto más tiempo pasas sin todos tus dientes, más probabilidades tienes de desarrollar problemas que comprometan el conjunto de tu boca.
La falta de dientes causa un inconveniente evidente que posiblemente ya hayas advertido: dificultad para comer.
Pero, además, ocasiona otros problemas menos evidentes:
- Desplazamientos del resto de dientes a los espacios vacíos
- Deterioro estético
- Desgastes y roturas de las piezas dentales que tienen que soportar la carga de los dientes ausentes
- Pérdida de hueso maxilar
Todas estas complicaciones causadas por no iniciar el tratamiento a tiempo dan lugar a que cuando, por fin te decidas a hacerlo, te encuentres con que tu tratamiento es más largo, complejo y costoso de lo que hubiera sido en un principio.
¿Que elegir prótesis o implantes dentales?
Las prótesis son los medios que se han venido utilizando durante años para subsanar la pérdida o restitución de piezas dentales aisladas. Existen varios tipos dependiendo del número de dientes a sustituir y la posición de éstos, como puentes o coronas individuales, pero para fabricarlas debemos rebajar el contorno de los dientes que usaremos como pilares.
Por el contrario, los implantes sustituyen las raíces de los dientes perdidos, que van insertados directamente sobre el hueso. Sobre los implantes se cementarán los dientes nuevos (por tanto, no será necesario rebajar los dientes contiguos/cercanos).
Finalmente, dependiendo del hueso del paciente los implantes dentales se pueden realizar en períodos de tiempo muy corto, siendo los resultados excelentes y la duración para siempre si el paciente acude a sus mantenimientos.
Aunque la opción más recomendable para sustituir las piezas dentales perdidas sea siempre la colocación de un implante dental con corona, también existen otras alternativas.
Estas posibilidades contemplan, fundamentalmente, la colocación de un puente o una prótesis removible -comúnmente llamada dentadura postiza.
Ventajas de los Implantes dentales
- Son permanentes y duraderos
Uno de los principales motivos por los que la gran mayoría de personas elige los implantes se debe a que son una solución fija ante la pérdida de dientes.
Es decir, una vez colocados, exigen los mismos cuidados que los dientes naturales, no interfieren en la rutina diaria y no requieren ser retirados para dormir, como las dentaduras removibles.
- Son muy naturales:
La naturalidad que ofrecen los implantes conlleva, a su vez, dos ventajas.
Por un lado, las coronas que se colocan sobre el implante son muy estéticas y permiten conseguir infinidad de tonos, por lo que se asemejan al color de los dientes naturales.
Por otro lado, los implantes permiten al paciente tener las mismas sensaciones al masticar, hablar o sonreír que tenía con sus dientes naturales.
- Son seguros:
La colocación de implantes es una cirugía menor, que tiene un buen postoperatorio. De hecho, el 85% de los pacientes que se somete a esta intervención puede ir a trabajar al día siguiente. Además, se estima que, hoy en día, la tasa de éxito de los implantes dentales se sitúa en el 98%.
- No ocasionan daños al resto de dientes:
Cuando colocamos un implante, el resto de piezas dentales sanas que se encuentran en la boca permanecen intactas.
Sin embargo, cuando lo que se coloca es un puente, sí que se compromete el estado de las piezas adyacentes, ya que es necesario tallarlas.
Este tallado es irreversible e implica reducir su tamaño.
6. Permiten una buena higiene:
La higiene que lleva a cabo una persona que cuenta con todos sus dientes naturales es la misma que practica alguien con implantes dentales.
Al ser la alternativa más parecida a nuestras propias piezas dentales, el cepillado debe ser el mismo. La rutina diaria de higiene debe incluir, además, el uso de seda y enjuague.
Y, a diferencia de lo que ocurre con las dentaduras tradicionales, los implantes son fijos y no hay que extraerlos para limpiarlos.
7. Son muy rentables para el paciente:
Es cierto que de las opciones mencionadas -puente dental y dentadura postiza-, los implantes son, a priori, la alternativa menos económica.
Sin embargo, a la larga, resultan muy rentables. Como no podía ser de otra manera, esto se debe a que están pensados para durar muchos años.
Si el paciente sigue unos cuidados de higiene adecuados, los implantes apenas requieren mantenimiento. Sin embargo, sí ofrecen una durabilidad, comodidad y naturalidad que ningún otro tratamiento es capaz de ofrecer.