Las personas que acuden muy tensas al dentista, tienden a tener un umbral de dolor más bajo. Esto significa que pueden sentir dolor con mayor facilidad en comparación con otras personas. Es posible que necesiten anestesia adicional u otros tratamientos para el dolor.

Las principales razones para desarrollar este miedo al dentista son el miedo al dolor, los sentimientos de impotencia y pérdida de control, la vergüenza o las experiencias negativas del pasado.

Los siguientes consejos pueden ayudar a superar el miedo a ir al dentista:

  1. Acudir acompañado con alguien de confianza
  2. Buscar una distracción, como escuchar música
  3. Realizar técnicas de relajación como la respiración controlada o la relajación muscular progresiva
  4. Valorar junto con el dentista la posibilidad de usar sedación para realizar el tratamiento
  5. Cuando son los niños los que tienen miedo al dentista, es importante que los padres eviten contarles sus propias aprensiones, y prepararlos para las visitas al dentista con información positiva sobre qué se van a encontrar.