Las personas que acuden muy tensas al dentista, tienden a tener un umbral de dolor más bajo. Esto significa que pueden sentir dolor con mayor facilidad en comparación con otras personas. Es posible que necesiten anestesia adicional u otros tratamientos para el dolor.
Las principales razones para desarrollar este miedo al dentista son el miedo al dolor, los sentimientos de impotencia y pérdida de control, la vergüenza o las experiencias negativas del pasado.
Los siguientes consejos pueden ayudar a superar el miedo a ir al dentista:
- Acudir acompañado con alguien de confianza
- Buscar una distracción, como escuchar música
- Realizar técnicas de relajación como la respiración controlada o la relajación muscular progresiva
- Valorar junto con el dentista la posibilidad de usar sedación para realizar el tratamiento
- Cuando son los niños los que tienen miedo al dentista, es importante que los padres eviten contarles sus propias aprensiones, y prepararlos para las visitas al dentista con información positiva sobre qué se van a encontrar.