La exodoncia consiste en extraer un diente de la cavidad oral. Se trata de un proceso quirúrgico para la remoción de un diente y se realiza con anestesia local. Después de una exodoncia es habitual sentir un dolor e inflamación aguda en la zona. Por ello, después de una extracción dental es importante seguir unas pautas concretas para favorecer la recuperación de la zona.

¿Cuándo esta indicada una exodoncias?

Para dientes con una caries avanzada, no es posible la aplicación de la Odontología conservadora.

Una lesión pulpar. El nervio del diente está muy infectado y su afección imposibilita realizar ningún tratamiento conservador.

Restos radiculares. Raíces de dientes sin corona (sin la parte visible del diente), por lo tanto, que no desempeñan ninguna función.

Dientes con fracturas o fisuras verticales.

Enfermedad periodontal avanzada, es decir, dientes que han perdido el soporte óseo.
Diente de leche retenido, es decir, que no permite la correcta erupción del diente definitivo.

Diente supernumerario, es decir, dientes que exceden el número de dientes habitual y se conocen como los dientes que salen de más.

Diente retenido e impactado.

Diente en mal posición.

Traumatismos, un accidente o un golpe en la zona bucofacial.

Por indicaciones de otras especializaciones, como el tratamiento ortodóntico, tratamiento protésico o motivos estéticos.

Dientes con fracturas coronarias muy subgingivales, es decir, por debajo de la encía.

Dientes en posición ectópica, es decir, situada lejos de su correcta posición.

Cada diente es único, en la odontología conservadora siempre se evita la extracción a menos que sea necesario.